De hecho, los potros necesitan cuidados odontológicos más frecuentes y especializados que los caballos adultos, ya que entre los 2,5 y los 5 años, los caballos mudan todos los dientes de leche y erupcionan las piezas molares. Aunque estos procesos son naturales, en ocasiones, pueden resultar dolorosos e incluso pueden desarrollarse ciertas patologías, como por ejemplo la retención de las piezas dentarias, que pueden requerir de ayuda veterinaria para su solución. Es también en los potros cuando se producen la mayoría de los casos de infección de las raíces dentarias, precisándose con cierta frecuencia la extracción de las piezas afectadas.