Por qué los caballos necesitan dentista
La domesticación es la principal responsable
de que los caballos necesiten dentista
Porque con la domesticación dedican menos horas al día a masticar
En condiciones naturales, los caballos mastican hasta 16 horas diarias. Actualmente, la mayoría vive en cuadras o en cercados sin pasto natural. Reciben alimento dos o tres veces al día y su dieta está constituida por una alta proporción de granos o piensos compuestos, así que actualmente mastican muchas menos horas y no desgastan correctamente la dentadura.

Porque sus dientes tienen bordes afilados y están en continua erupción
Las piezas dentarias se desgastan por frotamiento entre ellas. Para compensar este desgaste, los caballos disponen de unos dientes muy largos (hipsodontos) situados en profundos alvéolos dentales, que van erupcionando a razón de unos 3 milímetros al año.


Ilustración esquemática de la situación de las diferentes piezas dentarias.
A causa de la domesticación, los caballos a menudo no desgastan correctamente las piezas dentales, con lo que, con el tiempo, se van perfilando piezas dentarias irregulares que limitan los movimientos mandibulares, afectando a la capacidad de masticación , y a la biomecánica del cuello y dorso del caballo.


Los incisivos también se pueden desgastar irregularmente provocando el desplazamiento de la mandíbula hacia un lado , lo que crea tensión en la articulación de la cabeza (articulación temporomandibular). Esta tensión provoca importantes problemas crónicos en el cuello y dorso del caballo, reflejándose a menudo como asimetrías en el desplazamiento del caballo, y en la incurvación a un lado y a otro.


Porque los criterios de selección genética priorizan factores estéticos y deportivos
En la vida salvaje, los caballos con problemas masticatorios estaban más delgados y eran, en general, menos fuertes. En consecuencia, eran los primeros en sucumbir a manos de los depredadores y no tenían descendientes, con lo que este tipo de defectos no pasaban a la siguiente generación.
En la actualidad , y de forma más marcada desde la generalización del uso la inseminación artificial, son los caballos bonitos y con buenas aptitudes deportivas los que tienen descendencia, sin prestar atención prioritaria a la calidad de sus cascos y de sus dientes.


Porque no están diseñados para llevar embocadura
Los bordes exteriores de los dientes molares superiores tienen unos afilados relieves a los que llamamos “puntas”. La embocadura, la muserola y el cierra-bocas presionan la mucosa bucal contra estas puntas, causando dolorosas heridas que muy comúnmente encontramos en la boca del caballo.
