Mención especial merecen los caballos geriátricos (a partir de 20 años) que sufren mucho, y de forma a menudo silenciosa, de problemas odontológicos.
No hay que esperar a que el caballo tenga síntomas para llamar al dentista. Cuando éstos aparecen, es posible que el caballo lleve años sufriendo dolor en la boca. Arreglar la boca regularmente, sobre todo en determinadas edades, es esencial para su bienestar.
Hay que tener en cuenta la alta capacidad de tolerancia al sufrimiento que tienen los animales. Cuando comienzan a mostrar síntomas de no poder comer, lamentablemente, puede que lleven mucho tiempo con dolorosos problemas, a los que se han ido adaptando mientras han podido.